martes, 7 de abril de 2015

ENFERMÁNDOSE DE VACUNAS




Allá por el año 1347 llegaba a Europa procedente de Asia la enfermedad más devastadora de todos los tiempos, la Peste Bubónica o peste negra. Las cifras son poco certeras, algunos hablan de 100 millones de muertos, otros hablan de 70 millones. Lo cierto es que fue altamente destructiva (texto aparte que dedicaré debido a nuevas investigaciones que aparecieron) llevándose a un tercio de la población europea. El sarampión aparecía en escena en Persia cerca del año 900. Para 1757 se identificó al agente que lo causaba: un virus. Mató a millones de personas a lo largo de la historia y aunque hoy continúa latente, su mortandad no es lo que era antes. En 1918 llegaba la famosa Peste Española, una variante del virus de influenza de tipo A (Si, de la familia que causó revuelos por la Argentina en 2009). Como dije, en 2009 tuvimos acá un brote de la famosa Gripe A. 



Estas son muy pocos ejemplos, pero han habido gran cantidad de enfermedades a lo largo de nuestra historia y las siguen y seguirán habiendo. Y está bien que sea así porque, conjuntamente con nuestro sentido de autodestrucción, son el principal factor que regula la población humana. Tampoco es cuestión de dejar que existan mortandades tan altas como en aquellos tiempos. ¿Por qué habría que prescindir de la ciencia cuando está lista para ayudarnos a transitar mejor nuestro paso por este planeta? (sonó medio frase de autoayuda, pero bueh). Las vacunas son el instrumento que la ciencia pone a nuestra disposición. Aparecieron en 1796 para combatir la viruela de las vacas, o viruela vacuna (de ahí su nombre, ja!) y desde ese entonces no dejaron de evolucionar. 

En nuestro país mismo hoy contamos con un calendario de vacunación de 19 obligatorias y gratuitas (el esfuerzo realizado por el Ministerio de Salud desde 2008 merece un capítulo aparte. También lo merece el INEVH) que cubren una mayor parte de las enfermedades que aquejan a los niños.

No solamente existen vacunas nuevas y se está trabajando en más, sino que existen nuevas corrientes de pensamiento. El concepto de inmunidad colectiva es absolutamente fascinante, aunque su lógica sea algo que todos en algún momento hemos pensado. Se trata de concebir a la vacunación como un acto de responsabilidad social, colectiva y no individual. Ejemplificado, si en una sociedad el número de vacunados es bajo, cuando aparece una enfermedad se esparce como el agua. Todos son aptos para enfermarse. Ahora bien, si la cantidad de vacunados es alta, entonces el virus o bacteria que causa esa enfermedad no puede propagarse. Enferma a uno pero no puede contagiar, porque están todos inmunizados. Está más imposibilitado que Spiderman en el desierto. 




También se sumó el concepto de campañas de vacunación, que es la forma en la que un país se vale para acercar el producto a la sociedad. Entonces….

“Pará pará Seba. Bancá, ¿WTF es una vacuna?”. 

“Mmmm…ok, ya estaba por cerrar mi nota, pero está perfecto”. Cada enfermedad está ocasionada por un agente biológico: un virus, una bacteria o un hongo principalmente (hay más, pero dejalo ahí). Puede ocasionar la enfermedad tanto el agente mismo como alguna sustancia que posea (un veneno, ponele). Entonces a esto se lo llama antígeno. La vacuna pretende darle las herramientas necesarias al cuerpo para que éste combata a los antígenos. No es que la vacuna misma es la que mata al agente, no.

Las vacunas son un preparado especial en el cual se inactiva o debilita al agente que causa la enfermedad. Esto es lo que se administra al paciente. De esta forma el cuerpo puede reconocer, estudiar al agente y fabricar las estructuras necesarias para combatirlo. Estas estructuras se denominan anticuerpos y son un parte principal del sistema de defensa del cuerpo o sistema inmune. Así, cuando una persona entra en contacto con el agente para el cual fue vacunado, las defensas se encargaran de protegerlo para que no se enferme o lo haga en forma leve.

Lo importante a tener presente es el concepto de memoria inmune. Esto es simple: una vez que el cuerpo reconoce y fabricó defensas contra un organismo, éstas quedan en su base de datos y no se borran más.

“¿Estamos bien?”.

“Si Seba”.

Listo entonces. Todo esto forma parte de una nueva corriente de acción y pensamiento por parte de médicos, biólogos (los mejores profesionales de la ciencia, obvio), bioquímicos y demás profesionales. De un cambio en la sociedad que continúa. ¿Hasta dónde?, vaya uno a saber. Lo cierto es que las vacunas dejan en ridículo a ciertas enfermedades y eso es lo válido. Ya no se muere la gente de peste negra o de varicela. Vacunen, vacúnense.

Les dejo un video muy copado.




1 comentario:

  1. El video me parece muy bien pagado (x las farmacéuticas tal vez? )
    q le pregunten a los cientos de padres de niños q desarrollaban de manera normal y al recibir la vacuna triple a los 18 meses, esos niños comienzan con signos o síntomas de autismo, tgd, tea, o como lo llamen.
    Metales pesados en sangre, a causa de q? Thimerosal , q es,? Un metal pesado en vacunas argentinas q ya no se usa en Europa.
    No todo es para todos, y las vacunas las deben recibir quienes estén inmunologicamente fuertes como para no tener recibes adversas.

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