lunes, 9 de febrero de 2015

AMOR Y HORMONAS DE VERANO



El verano es una estación particular: el sol y el calor pegan como nunca y llegan las vacaciones. Además es en donde se da el famoso “amor de verano”. ¿Existe posta? Veamos algunas cosas:

La playa y las vacaciones esconden muchas cosas. Un día tiene momentos muy distintos: por las mañana la playa se llena de gente que va a disfrutar del sol y el mar. Por las tardes todos los que trasnocharon, llegan…. Y ahí comienzan las miradas cruzadas. ¡Si!, lo que importa es conocer a alguien. Imperdible la fogata a la noche con sweatercito y esperar ver si podés estar cerca de la o el que te gusta. Volver al depto o casa para preparar la cena y luego salir a bailar a una “danzetería” (siempre me gustó la palabra en portugués para referirse a un boliche). Si no vas a bailar, tiene muuucha onda quedarse en la playa escuchando el mar, en compañía, obvio. En todas las situaciones buscamos enamorarnos. ¿Por qué pasa esto? ¿Es porque tenemos mucho tiempo o hay algo del cuerpo que nos lo dice? Siempre el cuerpo tiene algo que ver. Y la respuesta es simple.

La idea es que los días de mucha intensidad lumínica, justamente en verano, producen en el cuerpo un aumento en la producción de testosterona. ¿Qué es la testosterona? Es una hormona responsable de las características sexuales de las personas. Se produce en los testículos y ovarios. Este aumento de testosterona genera una mayor cantidad de serotonina, un neurotransmisor que afecta nuestro estado de ánimo, dándonos placer, relax y euforia.



Los hombres producen mas cantidad que las mujeres, pero su cuerpo consume más. Igualmente, las mujeres son más sensibles a esta hormona.

La serotonina además, es responsable (en parte) de la inhibición de la ira y la agresión. 

O sea que en verano tenemos la testosterona y serotonina a full!!! Estamos de gran ánimo y con ganas de sentir placer. Y las vacaciones, con salidas, reuniones y fiestas, conforman el ambiente perfecto. 

Así que ya sabés. Este aumento de la sexualidad en verano es debido a cambios hormonales en el cuerpo. Después, si conseguiste estar con alguien, vas a pasar todos los días a full…hasta que se termina el verano y le preguntas: “¿dónde vivis? Yo en Buenos Aires?, y te responde: “En Ezeiza” o peor: “En San Antonio de Areco”. Tu cabeza empieza a pensar ¿Cómo carajo llego hasta allá?, ¿Irme hasta allá????... No te preocupes, ni bien termina el verano, los días de gran intensidad lumínica terminan, tus valores de testosterona y serotonina bajaran, y empezarás a no sentir tanto ese amor veraniego. Ahí empieza la verdad para ver cuanto amor sentís. Ahi mandas vos y no tus hormonas (no lo creas, siempre mandan tus hormonas....ja)





La investigación fue llevada a cabo por Cynthia Hazan, una psicóloga de la Universidad de Denver y profesora asociada en la Universidad de Cornell, Estados Unidos.

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